el cuervo asul

11/06/2006

cuando el sabio señala la luna, el tonto mira el dedo


Suena una campana e inmediatamente mil pasos le responden en el interior del monasterio. Vuelve el silencio.
Después, suena otra campana, seguida de mil pasos y de cantos.
Más tarde, la campana, mil pasos, el silencio.
Le sigue una campana, mil pasos…
Así cada día de cada mes de cada año…
Al borde del estanque, tranquila, la rana admira el poder de la campana.

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